miércoles, 28 de septiembre de 2016

YO TENGO UN HIJO...


Yo tengo un hijo... Un hijo muy, muy deseado, el gran sueño de mi vida, que vino al mundo la noche de un sábado de invierno bajo la atenta mirada de una enorme luna llena.

Un hijo nacido mediante cesárea en una clínica particular puesto que en el Materno Infantil me sugerían lo intentara por vía natural, pese a mi parálisis cerebral. 
Un hijo al que, desde que supe crecía en mis entrañas, le hablaba y le hablaba mientras acariciaba mi barriguita con una ternura infinita. 
Un hijo a quien transmití todo mi optimismo cuando, en los primeros meses de embarazo, amenazaba con abortar.
Un hijo al que leía los cuentos de Eva Luna y enganché a las canciones de "Los Pecos" y "Luis Miguel" cuando tan sólo llevaba cuatro meses dentro de mi.
Un hijo al que imaginaba heredando los ojos de su padre y el carácter alegre de su madre.

Yo tengo un hijo... Un hijo decidido y lleno de fuerza que ni siquiera esperó a la semana 39 para nacer.
Un hijo que a los 22 días tuvo una gripe y me lo ingresaron en el Materno saboreando así el amargo aroma del sufrimiento y el desgarrador dolor del alma. Esa noche lloré, lloré y lloré hasta quedar dormida extenuada de tanta congoja... Recuerdo mi madre se recostó a mi lado y me dijo con cariño: "¿Ves?, eso es un hijo..."  
Un hijo que con 5 meses pronunció su primera palabra: "Emma" (el nombre de su tía *), con 6 meses dijo papá, con 7 mamá y con 17 meses había que decirle: ¡¡Cállate!! (risas).
Un hijo al que yo, todas las tardes, sacaba a pasear en su carrito y le iba cantando las canciones de Teresa Rabal ¡¡sin que llovieraaaaaa!!
Un hijo que con tres añitos, a la hora de cruzar las calles conmigo, iba parando los coches levantando su pequeña manita en señal de STOP, tirando de mi brazo para salir corriendo, como si él tuviese la obligación de protegerme.

Yo tengo un hijo que con 5 añitos agarró por el cuello a su mejor amigo porque éste afirmó que su madre hablaba mal...
Un hijo que, siendo muy pequeñito, cuando me veía cargada con bolsas de la compra venía corriendo hacia mi para ayudarme o, se las "encasquetaba" a mi madre alegando que yo no podía...
Un hijo que con 6 añitos me preguntó que era "esa sangre que orinaba" y cuando se lo expliqué, cada vez que me venía la regla, me recordaba que no estaba embarazada...
Un hijo al que jamás he tenido que mandar a estudiar ni hacer sus deberes...
Un hijo que es muy consciente de que TODOS tenemos capacidades diferentes...

Yo tengo un hijo que lleva el arte en la sangre...
Un hijo que es el farolillo que ilumina mi camino y a quien AMO con todo mi ser....
   



No hay comentarios:

Una mamá orgullosa...