lunes, 11 de enero de 2010

La madre que me parió...


Anoche mientras leía me sorprendí a mi misma observándome la mano izquierda. Nunca me había ocurrido, y eso que lo de leer antes de dormirme ya es una rutina. Me acuesto de lado con la mano derecha bajo la almohada, los pies ligeramente encogidos, el libro apoyado sobre el edredón y mi mano izquierda es la que se encarga de pasar las hojas y mantenerlo para evitar se cierre. 

Humberto siempre ha dicho que mi mano es igualita a la de su abuela pero, sinceramente,  nunca había dado la mayor importancia a su comentario. Pero anoche, cuando la miraba detenidamente, por primera vez me di cuenta del enorme parecido que guardan y aluciné con la genética mientras pensaba en mi madre...

La imagen que me viene a la cabeza cuando pronuncio las palabras "mamá" es la de una mujer con muuuucho carácter, podría decirse que hasta de facciones serias. Enérgica mírase por donde se la mire, parece siempre tener hormigas en el culo por eso de no estarse quieta ni un minuto (risas). Maniática del orden y la limpieza, ganándose por merito propio y con honores el apodo de "Mister Proper" (carcajadas). Jamás podré olvidar aquellos temibles viernes... Los viernes no eran asociados con: 
_"Bieeeen, llega el findeeee!"
Sino con:
_"Oh,  oh... toca limpieza general..."
Eran temibles, no porque obligara a sus hijos a ir disfrazados de balletas, sino porque ese día el carácter se le avinagraba aún más. ¡¡Pobre de ti si pisabas por donde había pasado la fregona o que viera una huella de algún dedo en un cristal, uffff...!! Eso si que era lo peor... Primero, como quien no quería la cosa, preguntaba:
_"¿Quién puso las manos en la ventana...?"
Logicamente, ninguno contestaba por si acaso. Entonces venía la investigación... Si, si, porque el SCI al lado de mi madre no tenía na qué hacer, eh?  Ella empezaba por un par de miradas de las suyas, esas miradas de sargento "toca pelotas", ufff... luego se dirigía a la escena del crimen para analizar la huella y a los dos minutos le gritaba a su victima:
_¡¡"Este dedo es tuyo!!
Y comenzaba a desarrollar aquella particular tesis del por qué con tanta autoridad y gritos que, (por si acaso), terminaba por convencerte aunque no fueras tú el culpable, jajaja...

Pero también está la otra cara de la moneda, para mi la más valorada.  La de la madre abnegada, sacrificada, altruista, luchadora, magnánima, ... La que mataría por sus hijos...
Recuerdo su entrega... Era la única que se preocupaba en ayudarnos con las tareas del colegio, aunque la paciencia no era una de sus virtudes y si no que se lo pregunten a mi hermano, jajaja... pero lo que contaba era la intención.
Una madre que, con tan sólo 19 años, se armó de valor y dejó todo para irse con su marido, una niña de apenas dos años y un bebé a la Capital de España intuyendo que allí la parálisis cerebral que afectaba a su primogénita tendría muchas más posibilidades de mejorar. Una madre que se dedicó en cuerpo y alma a esa hija para que llegara a ser una más en este mundo sólo para perfectos.

En definitiva una MADRE CORAJE anónima para el resto del mundo pero una mamá coraje única y especial para mi...

Por todo eso y más... ¡¡VIVA LA MADRE QUE ME PARIÓ!!


        

Una mamá orgullosa...