miércoles, 11 de octubre de 2017

ALMA HERIDA...

Una vez... A mi madre, al ver cómo trataba a mi Nenuco, le dijeron que algún día YO sería una buena mamá... YO sólo recuerdo que mi pasión eran los niños y mi gran sueño era, algún día, ser madre... Ese día llegó la madrugada de un sábado de invierno con Luna llena y fui la mujer más feliz del universo... Esa noche no se me borra la cara de mi madre... Estaba asustada pues, sabía lo que había arriesgado quedándome embarazada y, era consciente que llegaba el mayor de los peligros... DAR A LUZ...
YO no recuerdo mayor dicha que cuando vi, por primera vez, el pedacito de mis entrañas... Desde ese mismo instante, ese ser tan pequeñito, se convertía en el farolillo que iluminaría mi camino... No sé si lo he hecho bien... Regular... Mal...o las tres cosas a la vez... YO sólo sé que ser madre es una vocación sin descanso... Que cuando ves a tu hijo sufrir es como si una parte de tu alma se desgarra y tú padecer es tan magnánimo que la herida parece no cicatrizar nunca...
La VIDA nos enseña las lecciones más duras de un plumazo, sin advertirnos de antemano, sin anestesia y debemos aceptarlas porque, gracias a ellas, CRECEREMOS como personas tengamos 17, 47 o 60 años.... ¿O no es cierto que para ver las estrellas más brillantes debe haber la suficiente oscuridad?...

Una mamá orgullosa...